La economía de Estados Unidos resultó más sólida de lo estimado en el último trimestre del año. La misma presentó una tasa de crecimiento anualizada y ajustada por la inflación del 3,3% mientras que los economistas esperaban una expansión del 2%. La actividad económica fue impulsada por un fuerte gasto de los consumidores y del gobierno, así como por la disminución de la inflación. La medida de inflación preferida por la Reserva Federal de EE.UU., la inflación subyacente, que excluye energía y alimentos (PCE por sus siglas en inglés), aumentó un 2,9% en términos anuales en diciembre, la tasa más baja en tres años. El 2023 fue un año el cual se destacó dado que la inflación se moderó a una tasa considerablemente mayor a lo previamente esperado. Durante el 2023, la economía creció un 2,5%, manteniéndose resiliente a pesar de las previsiones de una recesión estos últimos datos aumentan aún más las probabilidades de que se dé un "aterrizaje suave".
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