Esta semana Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal, dio su testimonio semestral frente a los legisladores de Estados Unidos. En el mismo, Powell dijo que los recientes aumentos en los datos de inflación por el momento no han cambiado su postura y que probablemente será apropiado recortar las tasas de interés a finales de este año. A su vez, agregó que, si bien la inflación ha disminuido notablemente, sigue siendo elevada. La economía va por buen camino y la Fed no está lejos de tener suficiente confianza en que la inflación está cayendo hacia su objetivo del 2% como para comenzar a recortar las tasas. Los mercados se vieron aliviados ante dichos comentarios ya que Powell, en lugar de adoptar un enfoque más agresivo, reiteró gran parte de lo que dijo luego de la reunión del FOMC de enero, previo a que se publicaron los datos de inflación de febrero, los cuales fueron más altos de lo esperado. En cuanto a las regulaciones bancarias, Powell indicó que después de intensos esfuerzos de lobby, la Reserva Federal está dispuesta a rehacer su plan para obligar a los grandes bancos a mantener más capital. Por último, resaltó que el sistema bancario estadounidense puede resistir las amenazas que plantean los bienes raíces comerciales.
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