Los mercados financieros se encuentran en un momento de ajuste, impulsados por las expectativas de una posible victoria de Donald Trump y un “sweep republicano” en el Congreso para las elecciones de 2024. Este escenario político sugiere un posible giro en las políticas económicas hacia recortes de impuestos y desregulación, lo cual atrae a algunos inversionistas, aunque persiste la inquietud en temas como el comercio internacional.
La perspectiva del S&P 500 a largo plazo es moderada; Goldman Sachs proyecta un rendimiento nominal del 3% anual para la próxima década, lo que podría hacer que los bonos del Tesoro superen al mercado de acciones en cuanto a atractividad.
La próxima semana será clave, ya que los reportes de ganancias de las principales empresas tecnológicas (con 5 de las 7 magnificas), junto con nuevos datos de inflación y empleo, podrían influir en las expectativas sobre el rumbo de la economía y las futuras decisiones de la Reserva Federal sobre las tasas de interés.
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